Gernika KESB

Sin defensa no hay paraíso

El Lointek Gernika Bizkaia cae por 85-62 ante el Kutxabank Araski en Mendizorrotza en la jornada 25 de la Liga Femenina Endesa. A pesar del buen inicio en ataque con acierto en los lanzamientos, las gernikarras no lograron en ningún momento del encuentro la necesaria solidez defensiva e un derbi vasco. La lucha por entrar en los playoffs se pone al rojo vivo con el average particular perdido en el último segundo.

Con acierto (18-20)

Un derbi vasco siempre es especial, por la emoción y por los sentimientos, pero este lo era especialmente importante de cara a la clasificación de la Liga Femenina Endesa. Tanto el Lointek Gernika Bizkaia como el Kutxabank Araski tienen el mismo objetivo: Entrar en los playoffs. En todo caso las gasteiztarras tenían un punto más de presión por estar a dos victorias de las gernikarras y por no lograr entrar en la Copa de la Reina. Ambas escuadras salieron muy concentradas, y sobre todo con mucho acierto. Triple de Maria Asurmendi y respuesta en la siguiente jugada de Angie Bjorklund. Las de la villa foral comenzaron a lograr las primeras ventajas en el marcador de Mendizorrotza con 7-13 con mucho acierto en los lanzamientos. Tinara Moore continuó con su gran estado de forma anotando 10 puntos en los primeros 20 minutos. Pocos minutos hicieron falta para ratificar la apuesta de las locales. Tanaya Atkinson y Leia Dongue asumieron responsabilidades desde el inicio con su prodigioso primer paso. El duelo transcurría mejor para los intereses de las alavesas, con más ataque que defensa.

Sin dureza (44-35)

El Lointek Gernika Bizkaia no podía imponer su defensa, casi fue a peor en el segundo cuarto. Las gernikarras tan solo hicieron dos faltas en los primeros 8 minutos del segundo periodo. No había dureza por ningún lado y en un derbi es esencial. No lo lograron, se contagiaron del ritmo de las locales. Estaban jugando a placer en campo de ataque, circulando el balón aprovechando las ventajas que creaban continuamente Tanaya Atkison y Leia Dongue. La pareja que más había que vigilar se fue hasta los 23 puntos, 13 y 10 respectivamente en la primera mitad. Además, con la bajada en los porcentajes de tiro, la circulación de balón granate desapareció. Volvieron las malas costumbres. Tan solo Lashann Higgs en jugadas aisladas era capaz de dividir la defensa verde. Made Urieta trabajó mucho sobre las situaciones de bloqueo directo parando en seco la producción en las continuaciones de las pívots, y faltaba ese punto de paciencia para encontrar la triangulación. Un nuevo triples de Kutxabank Araski, hasta 6 antes del descanso cuando no es su fuerte esta temporada, colocó la máxima ventaja de 13 puntos. Además, el rebote era claramente de color verde doblando en rechaces, 20 a 9, con hasta seis ofensivos.

Nada cambió esta vez (70-49)

El paso por los vestuarios iba marcar el devenir del partido. Ya lo fue en Maloste cuando el Lointek Gernika Bizkaia apretó los dientes en defensa hasta dejar al Kutxabank Araski en 15 puntos en toda la segunda mitad. No hizo el mismo efecto. Nada cambió. El Kutxabank Araski continuó jugando a placer circulando el balón y siendo muy vertical al aro cuando hacía falta. En esas situaciones la ex gernikarra Dongue se mueve como pez en el agua, al final se fue hasta los 22 puntos y 10 rebotes para 28 de valoración. No había intensidad defensiva y las faltas cometidas eran el mejor ejemplo. Además, las locales encontraban mucho acierto desde la larga distancia con la lucidez puntual de otras dos gernikarras como Eleanna Christinaki y Maria Asurmendi. Angie Bjorklund dio un paso adelante en la fase ofensiva asumiendo responsabilidades con más tiros. El problema estaba detrás.

El colmo (85-62)

Con la diferencia ya por encima de los veinte puntos Mario López comenzó a pensar más en el average que en el propio partido. En Maloste en la primera vuelta el Lointek Gernika Bizkaia venció por 22 puntos y había que salvarlo como sea porque con la victoria se colocaban a tan solo una victoria y la pelea por los playoffs va a estar más igualada que nunca. Cada victoria, derrota o punto va a valer oro. El premio lo merece. Con esa mentalidad estuvo vivo el encuentro hasta el final. Rosó Buch dispuso de dos tiros libres a falta de menos de un segundo del final para como mal menor no perder el average particular, pero erró ambos lanzamientos.